El H:. que ha tenido la dicha de ser exaltado al sublime grado de Maestro Masón, y que desde ese pináculo simbólico se acuerda de lanzar una oleada al sendero recorrido ¿siente que real y positivamente ha merecido su diploma? ¿Cree que ostenta su banda adornada porque ya labró la piedra bruta y porque sus aptitudes como buen Compañero lo han hecho digno de recibir el supremo grado de la jerarquía simbólica? ¿Está seguro de que su admisión en la Cámara del medio se debe a que ya está apto para conocer la Acacia y se siente con fuerzas para encontrar la palabra perdida, cuyo secreto se llevó a la tumba nuestro nunca bien llorado Maestro Hiram?
Pensemos cuán triste y humillante seria recibir el tercer grado masónico sólo por un mal entendido amor fraternal de nuestras Logias, a las que nunca debe introducirse, ni mucho menos formar criterio, el orgullo de las efímeras vanidades humanas. Meditemos, en que no hay equivalencia alguna entre la más brillante posición social o política y nuestros grados, así fuera el muy humilde Aprendiz. ¿Cómo dirigir y dar buenos consejos a los HH:. Aprendices y Compañeros, si no los superamos, de hecho, en el Arte Real? ¿Cómo hacernos respetar de los HH:. Aprendices, si no estamos en condiciones de darles luz en Masonería?.
El Maestro Masón debe serlo en el sentido más amplio de la palabra; hombre moral y digno; conocedor del símbolo, filosofías, leyes y tradiciones de los grados; humilde y afable, debe de honrar su Taller; para que su Taller lo honre, pues el H:. que vale por sus meritos espirituales vale mil veces más que si se condecorara con todas las pompas mundanas.
Ciertamente que este no es un reproche gratuito y anticipado: sólo estoy señalando los principales escollos que deben atormentarlos QQ:. HH:. que se sienten fuertes, potentes y bien preparados para llegar a la cúspide del simbolismo. Estas meditaciones hacen referencia a lo que nos sucede en estos últimos tiempos como logia, ya que en el pensamiento diario que seguramente nos hacemos todos señalamos que nos está pasando que nuestros hermanos iniciados abandonan la masonería sin antes haberla conocido en profundidad. ¿acaso son los mismos aprendices que no entienden lo que sucede dentro de la logia? ¿somos nosotros como M:.M:. que no estamos dejando un mensaje claro y decimos una cosa y realizamos otra? ¿estamos tratando mal a nuestros aprendices? ¿les prometemos cosas que después no podemos cumplir? ¿nos falta mas comunicación entre nosotros? Como verán QQHH son muchas preguntas que debemos hacernos y replantearnos algunas actitudes que estamos teniendo y dejar el orgullo de lado para hacerse cargo de algunas situaciones, sin enojarse y discutiendo con altura y como hermanos que somos lo que nos sucede. QQHH, como MM que somos debemos proteger y dar luz como corresponde a los aprendices, teniendo sumo cuidado de no hablar mal de otro hermano en presencia de ellos, pues eso denota que somos maestros pero no sabemos enseñar y no pregonamos con el ejemplo. Si les enseñamos buenas costumbres, que ellos vean en nosotros esas buenas costumbres y se vean reflejadas en ellas. Cuando corrijamos a un aprendiz o un compañero que sea con amabilidad y con competencia dejando de lado nuestra soberbia por solo ser maestros, eso hará sentir bien al que es corregido y el aprendizaje es estimado y comprendido.
Cuanto mas ascendemos en la serie de los organismos, la fuerza polarizada se vuelve sensible, la sensibilidad instinto, el instinto inteligencia. Y a medida que se vuelve mas independiente del cuerpo, mas capaces seremos de lograr una existencia libre. He aquí una enseñanza de nuestro Maestro Pitágoras.
“Lo que en mas alto grado caracterizó la Alquimia - escribe M. Hoefer- fue la paciencia NUNCA SE DESALENTO POR LA FALTA DE EXITO. El operador al que una muerte prematura sorprendía en sus trabajos, dejaba a menudo y en herencia a su hijo, un experimento empezado, y no era raro verlo legar en su testamento los secretos de la experiencia no terminada, de la cual él, a su vez, había sido el heredero de su padre." Asi daremos mas luz a los aprendices, delegándoles responsabilidades sencillas que puedan comprometerlos con la orden.
Como saben, los alquimistas no fueron otra cosa que nuestros antepasados, cuyos recuerdos conservamos en los grados filosóficos herméticos de nuestra Orden. En el sentido moral y evolutivo, los Masones, especialmente los Maestros, seguimos siendo alquimistas y nuestro gran problema aun consiste en hallar la piedra filosofal, con igual fe, con igual paciencia y con igual sacrificio que nuestros antepasados, a los que aun se les hace justicia por hombres de ciencia, talentosos como Hoefer y Liebig. Esa piedra, Elagabela o Heliogabela, es el fundamento de la filosofía absoluta, es la suprema e inquebrantable razón. “Antes de pensar – dice Eliphas Levi – en la obra metálica es necesario haberse fijado para siempre en los principios absolutos de la sabiduría, es necesario poseer una razón que es la piedra de toque de la verdad. JAMAS UN HOMBRE CON PERJUICIOS PODRA LLEGAR A SER EL REY DE LA NATURALEZA y maestro en trasmutaciones. La piedra filosofal es, ante todo, necesaria, pero, ¿cómo hallarla? Esto es lo mismo que el profano. ¿Cómo hallar un profano que después no abandonara el barco después del primero y el cuarto taller? ¿Debemos iniciarlo y que posteriormente si le gusta al aprendiz seguirá su camino y si no se encuentra renuncia? ¿Qué hacer y como comportarnos cuando el aprendiz nos presenta la renuncia? Y así surgen mas y mas cuestionamientos acerca de nuestro accionar.
Hermes lo dice en su tabla de esmeralda. "Es necesario separar lo sutil de lo fino, con gran cuidado y atención extremada."
Dirigir este trabajo, en busca de la suprema e inquebrantable razón y de la unión de la orden, tal es, condensado en breves palabras, el programa y la obligación de los Maestros. El que se sienta con fuerzas y quiera ir adelante, prosiga sus estudios y haga a la vez la labor práctica a la que hice referencias, cuando el Maestro Hiram de pie sobre la colina iniciativa, al levantar en la diestra el sagrado tau, lo llame a pasar lista de presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario