Desde tiempos inmemoriales se conoce la veneración a la luz por parte
del hombre.
La palabra castellana luz procede sin duda del latín lux. En diferentes
lenguas/culturas, tiene grandes similitudes: en el griego clásico λευκός
-leukós-, en el lituano “laukas” (pálido) y en el germánico *leukhtam. De este
último viene el alemán “Licht” y el inglés “light”, pasando por el anglosajón
leht y el alemán antiguo lioht. *leuk- o *lewk, es la raíz común protoindoeuropea:
cuyo significado es brillante, blanco, esta lengua madre se habría formado hace
unos 5000 años, posiblemente en el área de la actual Armenia y de la que no se
conserva ningún escrito.
En la página gadu.org puede leerse una curiosidad histórica digna de
ser reproducida “…Para los egipcios la liebre era el jeroglífico de los “ojos
que están abiertos”; jeroglífico que adoptaron porque suponían que este animal
nunca cerraba los órganos de visión, estando siempre alerta, por temor a sus
enemigos. Más tarde, los sacerdotes adoptaron la liebre para simbolizar la
iluminación mental o luz mística, que se revelaba a los neófitos en la
contemplación de la verdad divina, durante la iniciación. Por otra parte, la
liebre era también el símbolo de Osiris, el Dios principal egipcio; lo cual
demuestra la íntima conexión que existía, según aquellos sacerdotes, entre el
proceso iniciático de los ritos sagrados y la contemplación de la naturaleza
divina. Ahora bien, la palabra liebre que se aplica a este animal es arnabet,
la cual se compone de las palabras aur, luz, y nabat, contemplar o mirar. Por
lo tanto, la palabra que significa en egipcio iniciación, quiere decir en
hebreo mirar la luz. Esta coincidencia no puede ser accidental en dos naciones
tan íntimamente unidas en la historia, como Egipto y Judea. Esto demuestra que
en aquella época prevalecía el sentimiento de que la comunicación de la luz era
el objeto principal de los misterios.”
La Luz Masónica consiste en este discernimiento fundamental, que nos
hace progresar constantemente en inteligencia desde el Occidente, que es el
Reino de la Ilusión, de la Multiplicidad y de la Apariencia, hacia el Oriente,
que es el Reino de lo Real, de la Unidad y del Ser.
En el centro de la Logía, se levanta el Ara o Altar, la cual simboliza
la elevación de nuestros pensamientos, por medio de los cuales percibimos la Realidad,
la Verdad, que es propósito de toda experiencia para nuestro progreso y bien.
Sobre ella se encuentran las tres grandes luces de la masonería: La Escuadra, el
Compás y La Biblia.
La palabra “Escuadra” viene
del latín “ex’quadrare”, que significa, la mitad de un cuadro cuya raíz es
“quadrus”, ósea, un cuadrado perfecto. Es la guía fundamental para operaciones
geométricas.
A la Escuadra, siempre se le ha considerado, como el Símbolo de la sinceridad,
la lealtad y la rectitud, por cuyo motivo constituye invariablemente, la joya que,
durante los trabajos de las logias, usan el venerable maestro y los dos
vigilantes. Representa la letra griega “gamma”, con la cual empieza la palabra
geometría, la cual es distintiva de la masonería operativa medieval, que la
toma de la escuela iniciática pitagórica.
Este instrumento, asimétrico, (de relación 3:4 como el triángulo
pitagórico), simboliza el dinamismo de la acción sobre la materia. La capacidad
de poder cuadrar, uniendo la horizontal y la vertical, formando un ángulo
estable. Así, definir el espacio ha hecho que la escuadra represente
ritualmente lo terreno. La unión de dos escuadras por sus vértices simboliza
los cuatro puntos cardinales, formando la cruz masónica.
Al aprendiz masón, con el signo pedestre, forma la escuadra cuatro veces
cuando toma la posición de orden, la hace con el signo gutural, rodeando el
cuello con los dedos pulgar e índice; vuelve a formarla con el brazo y el
antebrazo derechos; también con el brazo y el costado derechos, y finalmente
con los dos pies, al colocarlos en ángulo de 90 grados, para iniciar su marcha.
A la escuadra se la puede asociar a conceptos tales como: razón,
lealtad, rectitud, definición, virtud, equidad, etc.
Por otra parte, la palabra compás,
es propia de la lengua castellana y deriva de “compasar”, voz que se considera
como el acto que se realiza, por medio de un instrumento formado por dos ramas
articuladas y que sirve para trazar circunferencias, medir distancias en
tramos, establecer proporciones, etc.
El compás es el instrumento que mejor simboliza el trabajo intelectual
y el entendimiento del Masón, y el que, de acuerdo con los diferentes grados de
apertura de sus brazos, permite trazar círculos para delimitar nuestros
derechos y nuestros deberes en nuestras relaciones con los demás. Incita al
Masón a situarse en el lado bueno de su vida al perfilar la delicada frontera
que existe entre la luz y la oscuridad.
En la Orden Masónica, simboliza la esencia de lo trascendente que debe
animar al Masón en su aproximación a las decisiones y acciones que la sociedad
le demanda. Es la memoria moral de la
Orden ofreciendo instrucciones conductuales y se lo representa con la letra
griega lambda.
Se dice que representa la moral, porque justamente traza límites, pone
una línea entre los derechos de una persona y los de los demás, haciendo
referencia a los deberes que cada ciudadano debe cumplir.
Se lo puede asociar a conceptos tales como: valores morales, derechos,
deberes, unidad natural, (causa, origen y efecto), moderación, voluntad,
espacio, grados, conciencia, etc.
En un análisis numerológico/esotérico se puede decir
que el valor de la letra griega gamma es 3 y el de la letra lambda 30, en donde
su suma, que viene a ser, la suma de la escuadra y el compás es 33, como el
número de grados de la Masonería escocesa.
Pasar de la escuadra al compás, es progresar en el método Masónico.
Esto se ve en el simbolismo de las posiciones en que se encuentran estos
elementos en las tenidas. Cuando es es grado de aprendiz la escuadra esta por
sobre el compás; cuando es en grado de compañero, uno de los brazos del compás
está por arriba de la escuadra y el otro por debajo; finalmente, en el grado de
maestro, ambos brazos están por arriba. La secuencia de posiciones muestra la
evolución desde lo material/terrenal a lo espiritual/metafísico.
Finalmente, la palabra biblia deriva del idioma griego
"biblos" o "biblon", voces que significan libro.
La Biblia, sobre el Ara, es la representación innata de la voluntad del
hombre, con relación a la fuerza oculta o metafísica, destinada a ejercer una
acción decisiva sobre todo lo creado por la naturaleza.
Es la más abundante fuente de luz de donde emanan todos los destellos
de inteligencia y sabiduría humanos para dar a conocer los deberes y los
derechos de los hombres, en relación con el mundo espiritual, sobrenatural, misterioso
o divino.
Cabe aclarar que la Biblia está presente en las Tenidas, en carácter de
libro fundamental, y que contiene una profunda sabiduría histórica, no como
representación religiosa. No es requisito excluyente que sea una Biblia la que
esté sobre el Ara, diferentes culturas, utilizan distintos libros “sagrados”
sobre el Ara. Los masones del mundo acuerdan en las similitudes de los diversos
libros sagrados de las variadas religiones y creencias. Así mismo, podría
colocarse en su lugar, una constitución o cualquier otro libro que cumpla con
los objetivos mencionados.
Comúnmente se asume como patronos de la masonería universal conocida
como simbólica a Juan el Bautista y a Juan el Evangelista, en los que
representa las dos fiestas solsticiales de la antigüedad, el primero la del
verano y el segundo la del invierno. Razón por la cual, las Logias que utilizan
como libro sagrado, al comienzo de los trabajos, ésta se abre en el Evangelio
de San Juan. Símbolo, además de la concordancia de la sabiduría de las
distintas culturas, ya que a Juan el Bautista se lo considera profeta en cuatro
religiones: cristianismo, islamismo, mandeísmo y judaísmo. Un dato adicional: Juan,
en hebreo es Ieho-hannam, que significa “gracia de Dios”.
Sin estar presentes estas mencionadas tres grandes luces de la
masonería, sobre el Ara, no podrán considerarse como legales los trabajos o
cualquier otra actividad desarrollada en los talleres, en bien de la Orden, o
de la Humanidad en general.
Imagen: https://masoneriamixta.es/2018/02/las-tres-grandes-luces-la-masoneria/#.W9DxWmhKiUk