lunes, 25 de febrero de 2019

SER O NO SER, ESA ES LA DUALIDAD


El día de hoy, vengo a hablarles acerca de la dualidad. La dualidad se define como la condición de reunir dos caracteres distintos en una misma persona o cosa; químicamente es la propiedad que tienen algunos cuerpos de cristalizar según los casos en dos figuras geométricas diferentes.

En un principio interpreté la dualidad como el complemento entre dos elementos, me remití entonces a la concepción de la vida misma, cromosomas x, cromosomas y, madre y padre, cuerpo y espíritu; vinieron a mi mente ideas como, el día y la noche, el bien y el mal, la luz y la oscuridad, el yin y el yang, cielo y tierra.

Luego entendí que para la masonería el significado de dualidad es mucho más complejo, mucho mas profundo, difícil de explicar como el iniciado que soy. Desde lo conceptual fuimos dotados para explorar el mundo, con dos ojos, dos oídos, dos hemisferios cerebrales como instrumentos de nuestra inteligencia, y con dos manos, dos pies como instrumentos de nuestra voluntad. Como nuestras ideas y percepciones ordinarias se basan en lo que vemos y oímos, consecuentemente nuestra visión sobre las cosas, sobre el mundo, sobre el universo, nos llevan a una inevitable dualidad, la confusión entre lo absoluto y lo relativo, lo material y lo espiritual, podríamos decir la mística simbolizada por el árbol del bien y el mal.

Buscando algunas respuestas sobre el concepto de dualidad, me sumergí en el cuadro de aprendiz masón y la encontré representada a lo largo y ancho de tan magnífica imagen. Ya en su base podemos observar un piso ajedrezado, cuadros blancos y negros, una representación cósmica del dualismo masón, materia y espíritu, luz y oscuridad, conciencia e inconsciencia; pensé entonces en la armonía que debe reinar en las logias masónicas y en nuestra vida misma, sin importar las ideas que nos moldean, ni las diferencias con las ideas de los distintos hermanos o humanos.

Continué navegando el cuadro del Aprendíz y encontré, desde mi humilde visión, lo que mejor representa la dualidad: la escuadra y el compás. La escuadra simboliza la materia, lo absoluto, la apariencia física, todo aquello gobernado por dos parámetros: TIEMPO Y ESPACIO. La escuadra forma un ángulo de 90º, recto, nos lleva a pensar en rigidez, rectitud, por ello se ubica en la parte inferior del ara, con su vértice hacia abajo y los extremos hacia arriba. Observemos queridos hermanos aprendices, que la escuadra nos indica que nuestro camino debe ir hacia el compás, desde lo rígido a lo abstracto, desde la materia a lo espiritual, desde la oscuridad hacia la luz del conocimiento, desde Occidente hacia Oriente.

El compás, por el contrario, se abre representando un ángulo entre dos líneas que mientras más se separan más se alejan, descubramos entonces, queridos hermanos, en esta simple geometría, la dualidad del ser humano: su cuerpo y su espíritu. El punto central del compás, donde se unen las líneas, Oriente, representa la luz, la verdad, la fuente de creación permanente, nos muestra lo que debería ser el objetivo en nuestras vidas.

Los opuestos al punto central del compás, Occidente, representan la oscuridad, la materia o falsedad. Sepamos entonces, queridos hermanos, que como aprendices debemos caminar de Occidente a Oriente, desde los extremos abiertos hacia la unión del compás de nuestras vidas, si queremos restaurar nuestra naturaleza dañada, con el sólo objetivo de alcanzar la luz del conocimiento, en comunión con el GADU, dejando de lado la ignorancia con la que nos ha provisto el mundo profano. 

Como último ejemplo y para no ser demasiado extenso, quiero contarles que el cuadro de aprendiz masón, me recordó nuestros viajes de iniciación. En perfecta armonía coexisten las dos líneas paralelas imaginarias, fuimos guiados de Occidente a Oriente y vice versa, por el hermano experto; sin saberlo recorríamos la dualidad de la que hoy les hablo, fuimos transportados de la oscuridad a la luz, de la vulgaridad a la conciencia, de lo profano a la iluminación. En conclusión, sólo cuando logremos entender y aprender por medio del discernimiento, a unificar nuestros dos aspectos, el de nuestra visión o comprensión del mundo externo, con el de nuestra conciencia interna, entonces, y solo entonces, habremos desterrado para siempre la ilusión de dualidad que nos gobierna inconscientemente.

Para despedirme quiero dejarles un par de frases para que reflexionen, pienso quizás, que bien pueden terminar de explicar la dualidad:

Los ojos…. ventanas del alma

Cuando el alumno esta preparado, aparece el maestro

Imagen: https://luna13galeria.com/es/venta/335-dualidad-1.html

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