viernes, 30 de noviembre de 2018

EL SIMBOLISMO DEL GALLO EN LA MASONERÍA


En la Cámara de Reflexión, donde el neófito escribe su testamento, (preparándose para la muerte simbólica y profana y renacer a una nueva vida), está presente la figura del gallo. En el esoterismo este animal representa “el despertar interior del hombre, el triunfo de la luz sobre la oscuridad”.

Cada animal, según sus particularidades, siempre fue materia de observación y estudio por parte de los seres humanos. En ellos, los hombres podían entender el ciclo vital de la tierra, las estaciones, los cambios climáticos, etc. Asimismo, algunos de los animales fueron divinizados, a la par de sus dioses, como nexos entre lo humano y lo suprasensible; inclusive, muchos dioses fueron recreados con la fisonomía animal. Egipto, la India, China y otras regiones dan clara muestra de esto.

No quiero salirme demasiado del tema que hoy trato, y es el de la figura esotérica del Gallo. Animal asociado a la anunciación del sol, al renacer y al poder que ejerce la luz sobre las tinieblas. Durante la antigüedad romana, se lo consagró a Esculapio, o Asclepio, dios de la medicina, con lo cual el simbolismo del gallo se extendía también a lo fisiológico y somático. En Grecia se solía inmolar un gallo al dios de la medicina para obtener la curación de los enfermos.

En África, el gallo se asocia a la iniciación en el Vudú, y mantiene las características expresadas en párrafos anteriores, para estas tribus, el color negro de su plumaje está relacionado con la oscuridad y el rojo de su cresta con el amanecer; es decir con la iniciación. Se cree además que el gallo guía el alma de los muertos y conecta a los médiums con las entidades, de allí su vinculación y los sacrificios de gallos en estos rituales.

En otras culturas como la egipcia, la griega o la siria, este degradado que va del negro al rojo está muy ligado al fuego. En el Japón se creía que el gallo debía cantar por la mañana para que la diosa del Sol saliera de su caverna. Según el Zohar, el gallo canta tres veces antes de la muerte de una persona. En Rusia y todos los países eslavos, siempre que una persona está enferma se aguarda el canto del gallo, ya que es considerado como un signo de muerte inevitable; a no ser que cante a la hora de la medianoche o inmediatamente después, en que dicho canto se considera natural.

En cuanto a su canto, durante la edad media se creía que tenía el poder de ahuyentar a los malos espíritus que rondaban por las noches por eso se solía colocar gallos en las iglesias como símbolo de vigilancia. No es extraño entonces que el animal más empleado en la construcción de veletas era justamente el gallo, eterno vigilante y símbolo de la luz solar, o crística, que es la que vence a la oscuridad y sus demonios. A menudo, en el cuerpo de metal de la veleta, se encerraban reliquias de santos y sobre todo, cuando era posible de santos locales, para que sus almas protejan al pueblo o la ciudad.

La Biblia menciona al gallo en varias oportunidades. “(…) los primeros cristianos representaban el amanecer de una nueva era y la resurrección del Cristo en el día del Juicio final”. Pero sin duda cobra vital importancia esotérica, cuando Pedro Simón debe negar al Maestro tres veces antes de que cante el gallo. Aquí, vemos algo muy interesante para los masones, y es que al igual que la leyenda de Hiram Abiff, se negó que tres veces a dar la palabra sagrada a sus asesinos. “Pedro Simón debía de guardar el secreto de aquella sociedad y sus conocimientos dados por el Cristo antes de su muerte”. El gallo en este caso vendría a representar un nuevo amanecer, es decir la idea de dejar atrás la oscuridad y la incertidumbre para ingresar a la luz de la sabiduría.

Los primeros cristianos denominaban “la hora del Galicino” al amanecer, donde se agradecía a Dios por el inicio de un nuevo día. Al atardecer llamaban “la hora del lucernario” que era representada por una lámpara. En esta hora se desarrollaban rituales “orientados al descanso mas no al sueño que los sumiría nuevamente en la ignorancia”. Los gnósticos representaban en piedra la figura de IAO, nombre que designa a Dios. Lo representaban con cabeza de gallo, llevando en las manos un azote, como algunas divinidades egipcias, y un escudo que a veces lleva su nombre. I.A.O. Ignis (fuego); Aqua(liquido o mercurio)y Origo (el verdadero origen); este último era el mediador de la filosofía secreta entre el azufre y el mercurio.

Aquellos cristianos sabían que esotéricamente, las tres negaciones de Pedro, antes de que cantara el gallo, tenían que ver con las tres purificaciones que debe pasar el hombre, antes al ser iniciado, que es el paso del azufre al mercurio por medio del fuego purificador. Estos ritos fueron recogidos por los Templarios quienes, dejaron a la figura del gallo, como representante de un nuevo amanecer, del nacimiento del nuevo hombre, que ha vencido a la oscuridad.

Durante la Revolución Francesa de 1879, el gallo vuelve a tomar protagonismo. Impulsados por las Logias y su determinante influencia, se convirtió en figura central de la revolución. También se considera al gallo, como símbolo de la fuerza, la lucha y la pendencia; es decir, al valor y al atrevimiento. La palabra cucarda deriva de coq, que en francés es gallo. Las cucardas eran utilizadas para diferenciar las tropas en el campo de batalla y su forma tiene que ver con la cresta del gallo. De esta definición deriva la escarapela que significa escaramuza.

El símbolo del Gallo en la masonería debe recordarnos siempre que debemos permanecer en una constante lucha interna contra nuestras propias oscuridades, para poder disiparlas con la luz de la sabiduría y del trabajo masónico. “El gallo no solo debe estar presente en nuestra iniciación sino debe estar presente siempre a lo largo de nuestro despertar diario tanto físico como espiritual”.

Por F. A.

Fuente:www.diariodelmason.blogspot.com -M:.M:. Gerardo Bouroncle Mc Evoy.
www.diariomasonico.com www.anforadigital.blogspot.com www.fenixnews.com - www.oculto.eu - Diccionario Enciclopédico de la Masone-ría. - La Bandera de la Nación Argentina- Instituto Bel-graniano Nacional

LA LETRA “G”



La G es la séptima letra y la quinta consonante del alfabeto español.

Oswald Wirth en el Libro del Compañero, escribe que la letra G aparece en el culto masónico después de 1737. René Guenón señala que la letra proviene de un alfabeto moderno y por tanto no posee carácter sagrado y tradicional. Es por esta razón que su simbolismo debe asociarse con la letra “Yod” del alfabeto hebreo, la cual es la primera letra de uno de los nombres de Dios, asociándose más tarde tal significado con la palabra inglesa God.

La letra G es un invento romano, una derivación de la C tomada del alfabeto etrusco. Estos últimos, no tenían en su lengua un sonido correspondiente a la oclusiva gutural sonora (que sería la “G” de gato). Como los latinos si diferenciaban las oclusivas sordas de las sonoras, cuando los romanos escribían, tenían que representar ambos sonidos con el mismo carácter, y lo que usaban era la “C”, ya que no tenían un equivalente a la letra Gamma griega. Basaban la diferenciación de los sonidos en el conocimiento del significado de la palabra escrita y su contexto. Espurio Carvilio Ruga, cónsul romano, fue quien dio origen a la letra “G” para diferenciar los sonidos, haciéndole una pequeña marca a la “C” sonora.

En el formulario químico antiguo, la "G" es el símbolo del "Glucinio" actualmente conocido como Berilio, cuyo principal uso es el campo de la energía nuclear ya que es uno de los materiales más eficientes para disminuir la velocidad de los neutrones.

Una asociación muy habitual de la G es la espiral, la cual está relacionado con la vida y nos transmite la idea de crecimiento, evolución y expansión. Muchos vegetales y animales crecen y se desarrollan en una serie de patrones relacionados directamente con la espiral. Desde el ADN, hasta las galaxias, estamos rodeados de ellas. Cabe destacar entre ellas, la actividad geométricamente creadora de toda la naturaleza inserta en la secuencia de Fibonacci.

La letra "G" es uno de los principales puntos de partida, dentro de las bases científicas de la masonería, es inicial y emblema del Gran Arquitecto del Universo, y de las Ciencias: Genealogía, Generación, Geometría, Geografía, Gramática, Geología, Gnosis, etc. Es por ello que se encuentra en posiciones de gran importancia: entre el compás y la escuadra y en medio de la estrella flamígera de cinco puntas.

La letra G ubicada en el centro de la Estrella Flamígera, representación del Hombre Verdadero alude directamente al principio divino que reside en el corazón del iniciado, polo del microcosmos humano. Y tal como se comentó previamente, la letra G sustituyó a la letra Iod hebraica, como consecuencia de la asimilación fonética de Iod con God.

Cuatro de las palabras mas importantes que encierra la G son: Geometría, Generación, Genio y Gravitacion.

En la Masonería operativa, la geometría se identifica apreciablemente en los numerosos símbolos de origen pitagórico presentes en el grado de Compañero. En este origen del significado de la letra G, ésta ha tomado el lugar de su equivalente la Gamma griega, letra que, en sí misma presenta interés desde el punto de vista del simbolismo masónico, en razón de su forma en escuadra. El conjunto de cuatro Gammas colocadas en ángulos rectos las unas respecto de las otras formas la esvástica, que alude a la posición central o polar de la letra G. Tanto la esvástica como la letra G son símbolos de la Estrella Polar, la cual es a su vez símbolo del G..A..D..U…

La letra G, en otra de sus representaciones, es el germen permanente del ser, su inmortalidad, lo cual los hebreos denominan “Luz”, el cual afirman que se localiza en diferentes lugares del cuerpo humano, teniendo estas posiciones relación con la fase de desarrollo espiritual del iniciado. Los mismos se corresponden con los centros orgánicos sutiles de la doctrina hindú denominados Chakras.

Para terminar, dos citas: 

“Quien no ha sido consciente, aunque sea por unos segundos, de la presencia de su propia alma cuando sostiene un dialogo interno con su ser, no conoce la letra “G”. La revelación del secreto no está en las palabras, sino en el espíritu” (Lázaharo Hael)

“…todo se trata de los vehículos de la edificación interior, del templo espiritual, que está en la esencia misma de lo que ha sido y es la Masonería, la cual nos enseña a conocer el sentido iniciático de su Arte, pues sólo a través de ese conocimiento podemos realizar, u operar, en nosotros mismos los principios derivados de él.” Francisco Ariz en “Símbolos y Ritos” (Ariz, 2007)

Bibliografía:
“Los 21 Temas Del Compañero Masón” Adolfo Terrones Benítez y Alfonso León García. Entre Masones Biblioteca.


Imagen: https://todoestarelacionado.wordpress.com/2012/06/10/que-significa-realmente-la-g-masonica/